El pasado sábado 16 de noviembre, los distritos de Usera y Villaverde se convirtieron en escenario de una nueva protesta vecinal. Frente al Frontón de San Fermín, junto a la Caja Mágica, cientos de personas manifestaron su rechazo al crematorio del Tanatorio de la M40. La convocatoria coincidió con la final de Eurovisión Junior, buscando captar la atención mediática hacia una causa que ha encendido el debate en el sur de Madrid.
La raíz del conflicto
El proyecto, promovido por la empresa funeraria Parcesa y autorizado por el Ayuntamiento de Madrid, ha generado un amplio rechazo entre los vecinos de estas zonas. El crematorio, ubicado cerca de áreas residenciales y educativas, es considerado por los detractores una fuente potencial de contaminación y un riesgo para la salud pública. Sin embargo, la empresa defiende que la instalación cumple con las normativas ambientales y de seguridad exigidas.
«Estamos cansados de que el sur siempre cargue con lo que otros barrios no quieren», expresó uno de los portavoces de las asociaciones vecinales, aludiendo a la percepción de que estas áreas reciben un trato desigual en la distribución de infraestructuras potencialmente molestas o contaminantes.
Una protesta que suma apoyos
La concentración del sábado incluyó una asamblea informativa donde se explicó el próximo paso del movimiento vecinal: la presentación de un recurso contencioso administrativo para intentar suspender la licencia del crematorio. También se realizó una recogida de firmas, que hasta ahora ha logrado más de 5.000 apoyos.
Los organizadores destacan que su objetivo no es solo detener este proyecto, sino visibilizar la acumulación de infraestructuras que, según ellos, degradan la calidad de vida en el sur de la ciudad.
La otra cara de la moneda
Por su parte, Parcesa sostiene que la instalación responde a una creciente necesidad de servicios funerarios en la ciudad, y que las tecnologías utilizadas en el crematorio minimizan las emisiones contaminantes, cumpliendo con los estándares europeos. Desde el Ayuntamiento de Madrid, aunque no se ha emitido un pronunciamiento oficial reciente, se defiende la legalidad de la licencia otorgada.
Próximos pasos del movimiento
El calendario de movilizaciones continuará. El 26 de noviembre se entregarán las firmas recogidas en el Ayuntamiento como parte de una estrategia para intensificar la presión política. Además, el 1 de diciembre se ha convocado una marcha que recorrerá Villaverde y llegará hasta el Tanatorio de la M40.
La protesta pone sobre la mesa un tema más amplio: el equilibrio en la distribución de infraestructuras en Madrid. Mientras los vecinos exigen soluciones que consideren el impacto local, la empresa y el Ayuntamiento defienden la necesidad del proyecto y su adecuación a las normativas. Un debate abierto que, por ahora, sigue sin resolverse.0