En el tranquilo municipio de Kölleda, en el estado alemán de Turingia, un hallazgo arqueológico ha encendido la emoción entre los expertos. Durante excavaciones recientes, se descubrió un asentamiento de época merovingia con al menos 17 tumbas, siendo la más fascinante la de una joven mujer enterrada con un lujoso ajuar que parece haber escapado tanto al paso del tiempo como a los saqueadores. Los arqueólogos, impresionados por el excelente estado de conservación de esta tumba, han bautizado a la difunta como la “Dama de Kölleda”.
Este lugar, según explica la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos y Arqueología de Turingia (TLDA), ofrece una oportunidad única para entender la vida y las costumbres de la élite franca de los siglos VI y VII d.C. Las tumbas fueron halladas al norte de un asentamiento que incluía unas 70 estructuras y en el que ya se habían encontrado evidencias de ocupación humana desde tiempos prehistóricos. Sin embargo, los restos más impactantes provienen de la época merovingia, un periodo del que se sabe poco en la región central de Alemania. En palabras de los investigadores, “hasta ahora se han excavado muy pocos yacimientos merovingios en esta zona, lo que hace que este descubrimiento sea especialmente valioso”.
Entre los objetos funerarios, los arqueólogos han encontrado joyas de oro y plata, cristalería y recipientes de bronce que indican una conexión cultural con el Mediterráneo oriental y hasta Italia. En especial, la tumba de la Dama de Kölleda fue sepultada a una profundidad de cuatro metros y protegida con una segunda cámara de piedra, una medida que probablemente fue decisiva para que la tumba permaneciera intacta, incluso después de una explosión durante la Segunda Guerra Mundial que detonó justo sobre ella.
Para estudiar la tumba sin comprometer su estructura original, el equipo extrajo la cámara funeraria completa en un bloque de tierra revestido en acero, que fue trasladado a la sede de la TLDA en Weimar-Ehringsdorf. Allí, los especialistas utilizaron tecnologías avanzadas como la tomografía computarizada y el escaneo en 3D, revelando en detalle las ofrendas y objetos junto al esqueleto de la Dama de Kölleda, quien al parecer tenía entre 25 y 30 años al momento de su muerte.
Los objetos de la tumba, como collares de perlas, delicadas piezas de joyería y un elaborado recipiente de bronce, sugieren una vida de privilegios. Algunos artefactos muestran estilos artísticos que reflejan influencias de regiones lejanas, reafirmando las conexiones culturales y comerciales que mantenía la clase alta de la época merovingia.
El hallazgo representa un gran avance en la comprensión de las prácticas funerarias y de las redes de contacto de las élites francas. En palabras de Leonardo da Vinci, “los detalles hacen la perfección, y la perfección no es un detalle”.
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