Hoy en día es posible domiciliar cualquier tipo de pago o hacer una transferencias de una punta a otra del planeta, en la ciudad de Zaragoza no se puede automatizar una gestión tan sencilla como es el pago del alquiler de los nichos del cementerio municipal.
Una situación que, según explican fuentes municipales, deriva del plazo de pago del arrendamiento -de cinco años-: «Es un problema de índole informático-tributario. Un pago de este plazo no encuentra acomodo en los sistemas informáticos. También ocurre, por ejemplo, en los bancos».
Estas mismas fuentes apuntan que «se está trabajando para poder implantar la domiciliación con un nuevo sistema de pago anual, de modo que el ciudadano pueda abonar cada año la parte proporcional de la tasa de mantenimiento y del arrendamiento del columbario».
Desalojo de nichos por impago de tasas
El hecho de que las concesiones sean a cinco y 49 años hace que, en muchos casos, los obligados a abonar las tasas se olviden de pagar. Para mitigar en lo posible esta situación, el Ayuntamiento de Zaragoza decidió, en los días previos a la festividad de Todos los Santos del año 2011, colocar unas pegatinas en las lápidas que informaban de la situación de impago.
Si no se abonaban las tasas, el Consistorio desalojaría los nichos y columbarios caducados y trasladaría los restos mortales a una fosa común. Actualmente esta situación se ha normalizado, a la par que se ha ganado espacio libre en el camposanto y «se ha evitado que el cementerio tuviera que crecer de manera desproporcionada».
Fuentes municipales señalaron entonces, para esclarecer cualquier idea que asociara esta medida a un afán recaudatorio, que mantener las instalaciones del cementerio de Torrero acarreaba unos gastos que era necesario sufragar anualmente. El Ayuntamiento explicó que tenía registrados casos de impago que superaban las tres décadas