El Vaticano abre las puertas de su necrópolis, Vía Trimphalis, una “pequeña Pompeya sepulcral”, que se encuentra debajo de la Basílica de San Pedro; en palabras del arqueólogo y conservador Giandomenico Spinola, quien dirigió las excavaciones y ha presentado ahora uno de los museos más fascinantes de Roma, pues se recorre por pasarelas de metal en el propio yacimiento y se entiende perfectamente gracias a numerosas pantallas interactivas que reconstruyen el aspecto original en 3D.
Las visitas guiadas comenzarán a partir de enero, en grupos de 25 personas, previa reserva en la página web de los Museos Vaticanos o por correo electrónico a visiteguidategruppi.musei@scv.va.
Las 200 tumbas, sepultadas por sucesivos desprendimientos de tierras de la colina del Vaticano, corresponden en su mayoría a personas humildes pero hay también las de algunos libertos imperiales muy importantes.
La necrópolis de Vía Triumphalis cayó en desuso en el siglo IV. Cuando el emperador Constantino construyó la primera basílica de San Pedro, medio kilómetro mas allá, la Vía Triumphalis perdió todo su interés. Poco a poco, los aluviones de fango de la colina del Vaticano la fueron sepultando. Y allí permaneció enterrada hasta hoy.