La Universidad de Cantabria ha dado a conocer la Cruz Parroquial de Isla y la Escultura funeraria de Ajo

La Universidad de Cantabria (UC), a través de su Aula de Patrimonio Cultural (Vicerrectorado de Cultura, Participación y Difusión), ha dado a conocer este verano dos nuevas Piezas del Mes, dentro de esta iniciativa mensual para difundir una obra de arte del patrimonio regional, las correspondientes a agosto y septiembre: la Cruz Parroquial de Isla y la Escultura funeraria de Alonso Camino, en Ajo.

Así, en la web de actividades culturales de la UC www.campuscultural.unican.es se encuentran disponibles los correspondientes dosieres que revelan datos histórico-artísticos sobre estas Piezas del Mes, informa la UC.

En la iglesia parroquial de Isla se ubica una cruz de plata, datada en torno a 1480. La importancia de las cruces procesionales en los festejos de las diferentes localidades convirtió estas obras en piezas claves de la orfebrería religiosa.

Durante el gótico fue frecuente que se hicieran de cobre en lugar de plata con el objetivo de abaratar la producción. Sin embargo, también proliferaron las de ese noble metal, presentando una mayor calidad artística, tanto en lo referido a la técnica como al trabajo.

La «excelente» labra de la cruz de Isla indica que esta pieza salió de un obrador de primera línea. La combinación de los trabajos de filigrana con imágenes de bulto de primoroso modelado acercan la cruz a las obras de los escultores burgaleses del siglo XV y, más concretamente, a Bernardino de Porres (documentado entre 1486 y 1507), platero que trabajó en la catedral de Burgos, convirtiéndose en uno de los más apreciados del círculo artístico de esta zona.

Por su parte, el convento es uno de los primeros exponentes de la penetración del Clasicismo en Cantabria, pero también cuenta con el valor añadido de conservar en su interior una de las muestras más interesantes de escultura funeraria de la región: la escultura de don Alonso Camino, fundador de este conjunto conventual.

Se encuentra situada en una de los arcosolios de sillería que se abren a ambos lados del crucero del templo.  En el lado del Evangelio está la estatua orante de don Alonso de Camino y según los expertos, con toda probabilidad, el otro arcosolio estaba destinado a albergar la escultura funeraria de su esposa, doña Luisa de Bonifaz. De hecho, se sabe que ambas piezas se encargaron al mismo escultor.

Aunque se ha barajado la posibilidad de que finalmente no se llegará a ejecutar la escultura de doña Luisa, otros historiadores atribuyen su ausencia a la mala relación que mantuvieron los dominicos con la esposa del fundador.

 

 

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