La instalación de crematorios en Pontevedra topa con la oposición vecinal

La propuesta del Concello de Pontevedra para regular la instalación de crematorios se está topando con una importante oposición vecinal. El documento, que está a la espera de que la Xunta emita un informe de aprobación inicial, recibió, según fuentes de la Secretaría Xeral de Urbanismo, más de 700 sugerencias durante el período de veinte días de «consulta pública», que finalizó el pasado 17 de junio.

La inmensa mayoría de los escritos exige que se amplíe a 500 metros la distancia mínima entre los crematorios y las viviendas, que la propuesta municipal limita a 50 metros.

Ese período de consulta pública es el paso previo a la decisión de someter o no el documento a evaluación ambiental estratégica. Según las citadas fuentes autonómicas, la Xunta tiene hasta el 28 de julio para resolver esta cuestión. Presumiblemente, se están analizando las sugerencias recibidas. Hay que señalar que en este momento del proceso no cabe hablar de alegaciones, sino de simples sugerencias u observaciones.

En cementerios o polígonos

El plan municipal impulsado, presentado y defendido por el teniente de alcalde responsable de Urbanismo, Antón Louro (PSOE), se tramita como modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana y pretende prohibir la instalación de crematorios en cualquier terreno de uso residencial, especialmente en suelo urbano, núcleos del rural o suelos urbanizables, así como en suelos rústicos de especial protección.

Asimismo, autoriza, a grandes rasgos, la instalación de este tipo de infraestructuras en terrenos de uso de cementerios, en polígonos industriales con empresas transformadoras y en suelo rústico ordinario, estableciendo para cualquiera de estos supuestos esa distancia cautelar de 50 metros con respecto a zonas residenciales o comerciales. Es esa distancia la que más dudas ha generado entre diversos sectores, incluido el PP local, que apuestan por fijarla en medio kilómetro.

Los principales interesados en esta cuestión son los vecinos del barrio de A Parda, que ven cómo el único proyecto que hoy por hoy seguirá adelante es el de Funespaña junto al cementerio de San Mauro. No está afectado por la normativa impulsada por Louro porque en su día se aprobó -por unanimidad, sin alegación alguna ni en el Concello ni en la Xunta- un Plan Especial de Infraestructuras e Dotacións que ampara el proyecto.

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