Aumentan y la tendencia es que sigan haciéndolo, bien por la crisis económica y los recortes en todos los bolsillos bien por el cambio de mentalidad de los ciudadanos.
Lo cierto es que de los 7.000 servicios funerarios que se realizan en los siete cementerios municipales de Valencia (General, Campanar, Cabanyal, Grao, Benimàmet, Massarrochos y El Palmar), la mitad ya corresponden a incineraciones, que resultan más económicas en la parte correspondiente a la funeraria (unos 1.000 euros frente a los 2.500 euros de una inhumación).
Aunque el 80% de la custodia de las cenizas sigue siendo familiar, fuentes de la Concejalía de Cementerios explicaron que hay una tendencia tanto al aumento de esta fórmula como de las personas que optan por depositar las cenizas de sus seres queridos en los columbarios, que son los nichos habilitados en los camposantos para este fin.
Por este motivo, con el presupuesto de este año, la concejalía está finalizando la construcción de un columbario de cenizas en el cementerio General, con 176 celdillas en dos bloques de 88. Tanto en este cementerio como en el de Benimàmet ya contaban con este tipo de sepulturas pero ahora el primero las ha ampliado.
En el resto todavía no se han habilitado estas construcciones ya que aunque las preferencias van variando en los cementerios periféricos se siguen registrando más entierros y también son en los que las concesiones se renuevan con mayor facilidad.
Precisamente la de las exhumaciones (las concesiones de los nichos se hacen a 5 ó 50 años) es una de las fórmulas para recuperar nichos; la otra es la construcción de nuevos. Si el año pasado la concejalía sólo contó con un presupuesto de 100.000 euros, este año el departamento que dirige Lourdes Bernal tiene asignado un millón de euros, que ha destinado a nuevos nichos en el Cabanyal, donde habrá otras 200 sepulturas y 10 dobles; Benimàmet, con 190; el columbario del General, donde también se ha empezado a trabajar en 180 nichos en la sección 21, situada en la parte posterior del tanatorio.
Precisamente el Cabanyal y Benimàmet tuvieron problemas de falta de nichos el año pasado. En este sentido, fuentes de la concejalía recordaron que la ordenanza municipal garantiza el entierro en un cementerio municipal, que no tiene por qué ser el escogido por el ciudadano.
Otro aspecto en el que los técnicos municipales trabajan es en mejorar la accesibilidad de los camposantos, en aspectos como adaptación de baños, equipamiento, accesos a los cementerios, reducción de pendientes o la mejora de las oficinas y las capillas.