Los vecinos exigen una distancia de 500 metros entre las viviendas y el crematorio de Funespaña

Los vecinos solicitaban una distancia de 500 metros entre los crematorios que se pretendan instalar en el municipio y las viviendas y establecimientos comerciales, pero su propuesta cayó en saco roto.

Sorprendidos, decepcionados e indignados por la decisión del concejal de Urbanismo, Antón Louro, de modificar el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para fijar esta franja en 50 metros, los vecinos de A Parda y de San Amaro en Pontevedra, anuncian «un verano caliente» en el que van a dar la batalla para impedir la instalación de este tipo de «industria de transformación, porque es potencialmente contaminante».

Acusan a Louro de haberles traicionado porque suponían que la suspensión en la concesión de licencias para crematorios, acordada por la Corporación municipal, tenía como objetivo atender la reivindicación de los afectados: prohibir su instalación a menos de 500 metros de los núcleos de población.

«Dijo que nos iba a ayudar y nosotros confiamos en su lealtad. Dábamos por hecho que para la modificación del PXOM se tendría en cuenta la propuesta de la franja de separación de 500 metros», señala Loli Castro, una de las damnificadas. Además, advierte de que establecer una distancia «irrisoria» de 50 metros «es un agravio para una parte de los afectados», por cuanto da luz verde al proyecto impulsado por Funespaña para la instalación de una incineradora de cadáveres en San Amaro, en una parcela anexa a la parte trasera del cementerio municipal. El edificio más próximo está a 200 metros.

Los portavoces de los residentes en A Parda y San Amaro, que rechazan la construcción del complejo funerario de Funespaña, apelan a la «sensibilidad» de Louro y le piden «que recapacite» para impedir este proyecto, sobre el que los vecinos aseguran no haber recibido ninguna información. «No sabíamos que se iba a crear un Plan Dotacional de Infraestruturas ni que estaba prevista la instalación de un crematorio», apostillan.

Funespaña podría culminar en breve los trámites pendientes para iniciar las obras y, según sus responsables, así lo harán. El plazo de ejecución se mantiene en doce meses, por lo que, si todo avanza según lo previsto, Pontevedra podrá contar con su primer crematorio a finales de 2014

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