El HIzbola (Partido de Dios, árabe) libanés condenó el pasado domingo la profanación por grupos armados en Siria de la tumba de Hujr Ibn Adi, uno de los más notorios discípulos del Pofeta Mahoma.
El santuario del gran compañero del Profeta Hujr Ibn Adi es uno de los más importantes para los musulmanes y violar y excavar su tumba revela una mentalidad criminal y terrorista que no respeta la dignidad musulmana ni cristiana, dice un comunicado de la agrupación difundido a través de la televisora Al Manar.
Este crimen es otra prueba enfática de la advertencia de la razón que asistía a Hassan Nasrallah cuando alertó sobre la posibilidad de hechos similares, dice el parte, rubricado por el Departamento de Información del Hizbola, la milicia armada chiíta que obligó a las tropas israelíes a terminar su ocupación de parte del sur libanés.
La tumba de Hujr Ibn Adi, mensajero del Imán Alí, fundador de la escuela de pensamiento chiíta, está en Damasco, la capital siria, y era lugar de peregrinación de los miembros de esa secta musulmana.
Acorde con el comunicado, los autores de la profanación del sepulcro fueron miembros de la agrupación armada Jibhat un Nasr, integrada en su mayoría por extranjeros de la secta sunita que tratan de derrocar por la fuerza al Gobierno constitucional del presidente Bachar Al Assad.
En los últimos días, las fuerzas leales al Gobierno sirio han registrado sustanciales avances en varias localidades del país, de las cuales han desalojado a los grupos armados, acorde con versiones oficiales.