La exploración robótica del subsuelo de un templo de la ciudad prehispánica Teotihuacan, ubicada a las afueras de Ciudad de México, reveló la existencia de tres cámaras que podrían albergar secretos sobre rituales funerarios de sus gobernantes, informó este martes un organismo oficial.
«El ingreso del robot Tláloc II-TC al último tramo del túnel que se halla bajo el Templo de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacan, reveló la existencia de al menos tres cámaras al fondo del conducto», precisó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado.
Este descubrimiento va más allá de las expectativas de los arqueólogos, que sólo esperaban encontrar una cámara, destacó el INAH.
Si se confirma la existencia de entierros en esos espacios, que datan de principios de nuestra era, podrían esclarecerse aspectos de la vida ritual en Teotihuacan, probablemente relacionados con la inhumación de sus gobernantes o personajes de alta jerarquía, explicó en el comunicado el arqueólogo Sergio Gómez, director de la búsqueda.
Esta exploración, que consta de un recorrido de más de 20 metros por el túnel, es la tercera ocasión a nivel mundial en que un robot ayuda en el diseño de estrategias de excavación, luego del recorrido del primer tramo de ese mismo túnel de Teotihuacan y de exploraciones arqueológicas en Egipto.
Tláloc II-TC se compone de un vehículo transportador, capaz de sortear toda clase de obstáculos, y de un escáner que genera mapas detallados del recorrido. También cuenta con un robot «insecto» que lleva una cámara infrarroja y que desciende a nivel del suelo por instrucciones emitidas desde una computadora.
La próxima etapa del proyecto «Tlalocan: Camino bajo la tierra» consistirá en el retiro del relleno que obstruye los últimos 30 metros del túnel, que mide alrededor de 120 metros y fue clausurado por última vez hace aproximadamente 1.800 años. En ese punto, los arqueólogos suponen la existencia de una escalinata que debe descender 3 ó 4 metros más.
Teotihuacan, que en lengua náhuatl significa «Ciudad de los dioses», fue una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica. Sin embargo, el origen de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco no ha sido aún dilucidado por los expertos.