La tramitación administrativa requerida para poder reabrir el crematorio está a punto de concluir, en breve se instalará el horno crematorio en el complejo del tanatorio de la carretera de Orón, en Miranda de Ebro, Burgos.
Tan solo está pendiente tramitar en el registro la cesión de una franja de terreno al Ayuntamiento por parte de la empresa Servicios Funerarios Miranda SL. El espacio empleado para habilitar un carril bici y ampliar las aceras. Dos actuaciones en el exterior del recinto, que se incluían en el informe del arquitecto y que el Consistorio consideró en su día condición esencial para facilitar la reapertura.
Una vez solventado el trámite de cambio de titularidad de esa parte del suelo, la empresa recibirá la licencia de apertura y podrá volver a poner en marcha el crematorio, aunque, por ahora, no hay una fecha cerrada para ello. El horno hace ya cinco meses que espera en las instalaciones de la carretera de Orón a que se solventen los trámites burocráticos para volverlo a funcionar.
Llegó en octubre del pasado año desde el Parque Tecnológico de Reciclado López Soriano de Zaragoza, donde permaneció guardado durante más de un año en las dependencias de la instaladora Kalfrisa después de que el juzgado ordenara su desmantelamiento.
Con la cesión del suelo se pone fin a un conflicto que se creó cuando se hizo el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que «pasó de largo que ahí había un equipamiento. Es lo que ha dado origen a todo el problema, no era un terreno rústico con especial protección agropecuaria, era un equipamiento», apuntó el responsable de la empresa funeraria. El tanatorio existe desde el año 1999 y el planeamiento es posterior.
Resolver la situación, en lo que al plano administrativo y de normativa urbanística se refiere, ha llevado más de 7 años. El origen del problema se remonta a 2005. Fue entonces cuando se aprobó el Real Decreto que exigía que las poblaciones con más de 20.000 habitantes contaran con crematorio, servicio que no había en Miranda y que el Ayuntamiento descartó hacer mediante gestión pública.
Servicios Funerarios Miranda obtuvo licencia medioambiental y de obras en noviembre de 2006 y año y medio después, en junio de 2008, el crematorio se puso en marcha en medio de la oposición vecinal. Pero en menos de dos años el TSJ decidió no dar por válido el uso excepcional del suelo y daba un plazo de dos meses para clausurar la actividad, algo que se hizo en mayo de 2010.