Los tanatorios de barrio son la nueva apuesta del sector funerario en Castellón. Un sector que no para de evolucionar hacia la oferta de servicios integrales, pero que todavía se enfrenta a los «tabús» que la muerte suscita entre la sociedad.
Tal y como ha quedado reflejado en un informe hecho público esta semana realizado por Pricewaterhouse Coopers.
«En Castellón estamos ahora viendo nuevas zonas para construir tanatorios pequeños, también en municipios, son los llamados tanatorios de barrio, porque nos hemos dado cuenta de que la gente demanda cercanía a su domicilio en estos servicios», explicaba a este periódico Emilio Berriatúa, del grupo Intur que gestiona las instalaciones de Nuevo Tanatorio.
Según los mismos datos, «entre el 80 y el 90% de los velatorios» se realizan ya en estos centros, y son muy pocas las familias que siguen velando al fallecido en su casa, aunque se mantiene en poblaciones pequeñas. Además, recuerda que los tanatorios ofrecen cada vez mayores comodidades y servicios.
Respecto a la integración de estas instalaciones en las ciudades, asegura que «causan menos problemas que un bar» y achaca a los «tabús» las trabas que han puesto algunos vecinos ante la apertura de tanatorios cercanos.
En cuanto al coste del servicio, el experto asegura que Castellón está dentro de la media nacional, que ronda «los 1.600 euros».
Otro de los aspectos que ha cambiado en el sector funerario es el «continuo incremento» de las incineraciones, «a pesar de que en Castellón, según la normativa autonómica, únicamente se pueden instalar crematorios en los cementerios», comenta Berriatúa.
Aun así, asegura que se está ultimando una ley que permitirá extender este servicio a los tanatorios y que estará lista «a finales de año».